Y hay que seguir esperando…
Parece que hay que seguir esperándote, hijo mío. Ojalá prontito vengas con nosotros, porque ya lo tenemos todo preparado. Lo más importante: el corazón. Y lo secundario, el tema material.
Este mes de abril se abre una nueva oportunidad, otro germen de vida que espero que se quede para siempre entre nosotros. ¿Será esta vez la buena?
La incertidumbre es grande, ¡ojalá!
La operación del abuelito ha salido genial, está cada día más recuperado y esperamos que cure completamente en poco tiempo. ¡Bien por ello! No todas van a ser malas noticias.
Así que concluyo deseando un abril florecido, brotante, fértil, verde, jugoso, soleado y con mi futuro hijo en el vientre bien acogido.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!